La conspiración egipcia
Rommel era un maestro en las tácticas del engaño y en los movimientos sorpresivos arriesgándolo todo. Pero necesitaba que el Servicio Secreto alemán Abwehr, le suministrara los informes sobre los movimientos británicos en El Cairo, de la misma forma como los británicos conocían los movimientos alemanes e italianos por la filtración que ocurría en Roma y probablemente en Berlín.
En Budapest durante la primavera de 1940, capitán húngaro Lászlo Graf von Almásy, que durante años había trabajado como topógrafo para el Instituto Cartográfico de El Cairo, fue reclutado por el Abwehr y nombrado capitán de aviación. Almásy conocía el desierto egipcio como la palma de su mano y estaba muy acostumbrado a la sociedad egipcia. Por entonces, el jefe del Estado Mayor egipcio, General El Masri Pascha, era un enemigo declarado de los ingleses por haber sido destituido por ellos en 1940. El Masri conspiraba con un grupo de oficiales egipcios, cuyo jefe era Gamal Abdel Nasser, quien más tarde llegó a ser presidente de Egipto. Todos ellos deseaban la derrota de los británicos y la victoria de los alemanes, que estaban convencidos supondría la total independencia de Egipto. En esas circunstancias ideó un atrevido plan que fue aceptado por el Almirante Canaris. Almásy propuso ganar a la causa alemana al General El Masri Pascha lo que en cierta forma significaba ganarse también las simpatías del Estado Mayor Egipcio. El jefe del Abwehr, Canaris, autorizó el plan de Almásy y dio orden al oficial del servicio Comandante Nikolaus Ritter que comenzara los preparativos para su realización.
Complicidad de un cura
Ritter integró en el X Cuerpo de Aviación un grupo de 10 hombres que junto con Almásy realizarían las funciones de intérpretes, conductores, codificadores, descifradores y operadores de transmisores. A los preparativos de la operación, con la complicidad de un sacerdote austriaco que trabajaba para la inteligencia de su país en la iglesia de Santa Teresa del barrio Shoubrah de El Cairo, un operador del Abwehr alemán manejaba un transmisor que está situado debajo del altar. El aparato viajó por la valija diplomática del representante húngaro desde Budapest a El Cairo. El diplomático se lo entregó al capellán austriaco que se encontraba al servicio de Hungría y que tenía un desprecio poco disimulado para con los ingleses. Con esa emisora estuvieron transmitiendo informes a los alemanes durante el oficio religioso pues era el único momento en que el diplomático podía acudir a la iglesia sin despertar sospechas. Los informes generalmente eran meteorológicos y los de asuntos militares que enviaba El Masri Pascha.
Operación Pascha (7-6-41)
General El Masri Pascha
Mediante la emisora, la central del Abwehr en Derna recibió importantes informaciones y valiosos partes meteorológicos que ayudaban a las operaciones de la Luftwaffe. Informaciones que el General El Masri Pascha pasaba discretas por mediación del diplomático húngaro. El Comandante Ritter le propuso a la Abwehr llevar a El Masri a Berlín, proposición que Canaris muy complacido aceptó. El Masri quedó encantado cuando los alemanes le invitaron para que visitara el Reich y hasta propuso viajar en un submarino, idea que fue rechazada por Canaris. Se acordó que un avión le recogería en el desierto, cerca a El Cairo, el día 7 de junio de 1941. La cita fracasó porque el general tuvo un accidente. En vez de ir en automóvil al lugar del encuentro en el desierto, El Masri Pascha, que no eludía los riesgos y le fascinaban las aventuras, prefirió acudir a la cita en avión.
El día acordado el comandante Ritter y el capitán von Almásy habían volado hasta el lugar del encuentro en el desierto con dos He 111 que habían conseguido movilizar en su unidad, a pesar de las objeciones de sus jefes que exigían seguridades para los bombarderos que buena falta hacían para las operaciones de apoyo a las fuerzas del Afrika korps. El avión de Almásy descendió en el lugar acordado pero no encontró ni rastros de El Masri. Varios intentos de búsqueda por los alrededores dieron el mismo resultado. En consecuencia, los dos aviones regresaron inmediatamente a su base, temiendo que hubiera habido alguna traición. Al día siguiente la emisora de la iglesia de Santa Teresa comunicó que Pascha posiblemente había sido detenido y que era posible que el enemigo conociera la posición de la emisora, por lo que habían decidido cesar las emisiones en ese momento.
Captura de El Masri Pascha
Pero El Masri no estaba detenido. Con la complicidad del Comandante de escuadrilla Hussein Zulfikar, el general El Masri vio la oportunidad de utilizar un avión egipcio para llegar al lugar de la cita, con los alemanes. Pero llegado el momento, al parecer el piloto se dejó dominar por los nervios cuando el oficial británico de la torre de control del aeródromo de Heliópolis le hizo una serie de preguntas antes del despegue. Durante el vuelo un caza británico fue siguiendo al avión egipcio y el piloto se descontroló totalmente. Trató de aterrizar el avión cuanto antes y escapó dejando al general en medio del desierto cuando el avión se estrelló contra unos árboles. Una patrulla egipcia fue al encuentro del aparato, con la buena suerte para el general que resultó comandada por un oficial que era adepto a los conjurados. Por supuesto, que no cumpliría las órdenes británicas de capturarlo. En lugar de El Masri fue detenido un viejo comandante que también formaba parte de los conjurados y que se ofreció a ir a la cárcel en lugar del general.
Gamal Abdel Nasser
Sólo tres meses después se dieron cuenta los ingleses del engaño y detuvieron al verdadero Masri, lo que no impidió al general seguir manteniendo relaciones con el grupo de oficiales conspiradores encabezado por Gamal Abdel Nasser, porque con la ayuda de los guardias, un día Pascha no regresó de su paseo matinal. Una vez en libertad El Masri Pascha siguió conspirando y sólo mucho más tarde fue nuevamente apresado por los británicos e internado en un campo en Palestina.
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