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M O Q A W A M A

Resistencia Islámica

Imad Mughniyeh

Tal día como hoy, 12 de febrero de 2008 el líder militar de Hezbollah alcanzó el martirio, en su honor dedicamos el siguiente video de la tv oficial del partido.

 

Nuevo Manifiesto de Hezbollah: Queremos un Líbano Fuerte y Unido

01/12/2009 El secretario general de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, anunció el lunes el nuevo documento político de la Resistencia que fue aprobado durante la Conferencia General del partido, que ha durado meses. 
 
Sayyed Nasrallah celebró una conferencia de prensa a través de una pantalla gigante en el Salón de Al Yinan, junto a la carretera del aeropuerto para dar a conocer el nuevo documento político. A la conferencia de prensa asistieron algunos prominentes periodistas libaneses, árabes e internacionales, así como varios líderes de Hezbollah y figuras políticas. 
 
Su Eminencia comenzó su conferencia señalando que el nuevo documento de Hezbollah busca definir la visión política del partido e incluye sus enfoques, posturas y aspiraciones. “El documento político es también el resultado de los sacrificios que hemos experimentado,” añadió Su Eminencia.  
 
“En un tiempo excepcional lleno de transformaciones ya no es posible hacer frente a los cambios sin advertir la especial posición que ha alcanzado nuestra Resistencia. Debemos abordar estas transformaciones a través de dos vías: la primera es la Resistencia, que consigue victorias políticas y militares y expande su actividad. La segunda analiza la estrategia de dominio y hegemonía de Israel y EEUU, que está sufriendo derrotas militares que les incapacitan para manejar y dirigir el curso de los acontecimientos. 
 
“Lo que refuerza la crisis del sistema hegemónico internacional son los actuales colapsos en los mercados financieros y la entrada de la economía estadounidense en una situación de crisis. Así pues, es posible decir que estamos en medio de una transformación histórica que apunta a la retirada del escenario de EEUU como poder dominante y a la desaparición de la entidad sionista.” 
 
“Los movimientos de resistencia están en el corazón de las transformaciones internacionales y emergen como un factor estratégico después de desempeñar un papel central en la producción de tales transformaciones en nuestra región,” dijo Sayyed Nasrallah, que añadió que la Resistencia en Líbano fue la primera en luchar contra la ocupación y percibió desde el principio que alcanzaría la victoria al final. “A través de su largo camino y sus victorias, el proyecto de la Resistencia ha crecido para pasar de ser un poder liberador a convertirse en un factor de equilibrio y de ser un poder combatiente a transformarse en otro de defensa y disuasión. A esto hay que añadir su papel político interno en la construcción de un estado justo y capaz. La Resistencia en Líbano ha evolucionado y ha pasado de ser un valor nacional a convertirse en un valor árabe e islámico primero y un valor internacional después, que ha enseñado lecciones valiosas a todo el mundo.” 
 
“Hezbollah no subestima el tamaño de los desafíos y amenazas actuales o las dificultades que conlleva el camino de la resistencia. Sin embargo, Hezbollah tiene ahora opciones más claras y más confianza en su gente. En este contexto, Hezbollah ha definido los principales titulares que dibujan el marco político e intelectual de su visión y sus posturas con respecto a los desafíos actuales,” dijo el secretario general de Hezbollah, concluyendo la lectura de la Introducción del manifiesto. 
 
CAPÍTULO UNO – DOMINACIÓN Y HEGEMONÍA 
 
Tras la Segunda Guerra Mundial, EEUU se convirtió en el centro de la polaridad en el mundo, aprovechándose de sus logros en varios campos del conocimiento, incluyendo la educación, la ciencia y la tecnología, en base a su sistema económico que sólo ve el mundo como mercados que tienen que regirse por los propios criterios norteamericanos. Lo más peligroso de la hegemonía estadounidense es que ellos se consideran los amos del mundo y, de este modo, la estrategia de expansión occidental se convirtió en ilimitada. 
 
La globalización alcanzó su aspecto más peligroso cuando se convirtió en militar y estuvo liderada por aquellos que siguen el plan occidental de dominación. Esta estrategia militar se reflejó en Oriente Medio en  países como Afganistán, Iraq, Palestina y Líbano. Este complot alcanzó su culminación con la toma del poder de los neoconservadores durante la Administración de George W. Bush y su proyecto pasó a ser ejecutado después de que él jurara el cargo. No es raro ni sorprendente que el programa de los neocon estuviera dirigido a la reconstrucción de las capacidades estadounidenses y reflejara una visión estratégica sobre la seguridad nacional de EEUU en la que el reforzamiento de la capacidad militar no sólo iba enfocado hacia la disuasión sino también hacia la acción e intervención. 
 
Tras los atentados del 11 de Septiembre, la Administración Bush vio que la oportunidad era propicia para expandir la influencia de EEUU bajo el eslogan de la guerra universal contra el terrorismo. Fueron realizados muchos intentos, considerados exitosos en un principio, para militarizar las relaciones entre EEUU y otros países y para tener un monopolio en la toma de decisiones estratégicas. Se puso rápidamente fin a la guerra en Afganistán para tener la máxima cantidad de tiempo para el paso siguiente, que era la invasión y toma de control de Iraq y el lanzamiento de su proyecto de un “nuevo Oriente Medio.” Además, la Administración Bush buscó establecer una equiparación entre el terrorismo y la Resistencia con el fin de eliminar la legitimidad de esta última y justificar así guerras contra los movimientos de resistencia, que buscan ejercer el derecho fundamental de las naciones a vivir con dignidad y preservar la soberanía nacional. 
 
La Administración Bush se otorgó el derecho absoluto a lanzar guerras destructivas que no diferenciaban entre seres humanos. Estas “guerras contra el terrorismo” de EEUU han costado a la humanidad millones de vidas y han causado una destrucción global. En resumen, la Administración Bush transformó a EEUU en un peligro que amenaza a todo el mundo. 
 
El terrorismo se ha convertido así en un pretexto estadounidense para lograr la hegemonía a través de muchos instrumentos tales como las persecuciones, las detenciones arbitrarias, los juicios injustos, los arrestos sin juicio, como hemos visto en Guantánamo, así como la injerencia directa en la soberanía de otros países y estados y la imposición de sanciones contra diversas naciones. El terrorismo norteamericano es la raíz de todo el terrorismo que existe en el mundo. 
 
El fracaso y declive de la estrategia norteamericana no significa que EEUU vaya a abandonar fácilmente sus injerencias, sino que es seguro hará un esfuerzo para proteger sus intereses estratégicos. Ciertamente, si todo el mundo sufre en mayor o menor medida la hegemonía de EEUU, las naciones árabes e islámicas parecen sufrir incluso más por muchas consideraciones que tienen que ver con la historia, la geografía, la civilización y la cultura. El mundo árabe e islámico ha estado siempre sometido a salvajes guerras de agresión interminables. Sin embargo, el paso más peligroso fue dado con la creación de la entidad sionista. El objetivo central de la hegemonía norteamericana reside en el dominio de las diferentes naciones desde el punto de vista político, económico, cultural y en todos los aspectos. Para lograr este objetivo, Washington ha recurrido a diferentes políticas y estrategias que incluyen el proveer a la entidad sionista con unas garantías de estabilidad y la creación de sedición y divisiones en la región, especialmente de tipo religioso y sectario. 
 
La arrogancia estadounidense no ha dejado a nuestra nación y nuestro pueblo otra opción que la resistencia, al menos si se desea una vida mejor y un futuro humanitario, que esté regido por unas relaciones de hermandad, solidaridad y diversidad dentro de un mundo en paz y armonía. 
 
CAPÍTULO DOS - LÍBANO 
  
CAPÍTULO DOS, SECCIÓN UNA – LA PATRIA 
 
Líbano es nuestra patria y la patria de nuestros padres y antepasados. Es también la patria de nuestros hijos, nietos y las próximas generaciones. Es el país al que hemos ofrecido nuestros más preciosos sacrificios por su soberanía y orgullo, dignidad y liberación. 
 
Queremos que Líbano sea para todos los libaneses y queremos que esté unificado. Rechazamos cualquier tipo de segregación o federalismo, ya sea explícito o disfrazado. Queremos que Líbano sea soberano, libre, independiente, fuerte y capaz. Queremos también que sea un actor fuerte, activo y presente en la geopolítica de la región. Asimismo, queremos que sea un contribuyente fundamental en lo que se refiere a diseñar el presente y el futuro. 
 
Para concluir, debe mencionarse que una de las condiciones más importantes para el establecimiento de una patria de este tipo es la de tener un estado justo, un estado que sea capaz y fuerte, así como un sistema político que represente verdaderamente la voluntad del pueblo y sus aspiraciones de justicia, libertad, seguridad, bienestar y dignidad. Esto es todo lo que los libaneses quieren y trabajan para conseguir y nosotros somos parte de ellos. 
 
CAPÍTULO DOS, SECCIÓN DOS – LA RESISTENCIA 
 
Israel representa una eterna amenaza para Líbano -el Estado y la entidad- y un peligro real para el país en términos de sus ambiciones históricas de tierra y agua y también dado que Líbano está considerado como un modelo de coexistencia basado en una fórmula única que contradice la idea del estado racista que se expresa a sí mismo en la entidad sionista. Además, la presencia de Líbano en las fronteras de la Palestina ocupada le obligó a asumir responsabilidades nacionales y panárabes. 
 
La amenaza israelí a este país comenzó desde la creación de la entidad sionista en la tierra de Palestina, una entidad que no dudó en dar a conocer sus ambiciones de ocupar una parte de Líbano y apropiarse de su riqueza, en particular de su agua. De este modo, buscó lograr tales ambiciones de forma gradual. Esta entidad inició su agresión contra Líbano desde 1948 hasta hoy y desde la frontera hasta la profundidad del país. Hay que recordar aquí desde la masacre de Hula en 1949 hasta la agresión contra el Aeropuerto Internacional de Beirut en 1968, incluyendo largos años de ataques en las áreas fronterizas del país en contra de su tierra, su población y sus recursos naturales, como preludio a su apropiación directa de la tierra por medio de repetidas invasiones, incluyendo la de Marzo de 1978, que llevó a la ocupación del área fronteriza, y la de 1982 que supuso la ocupación de todo el país.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       
Todo esto tuvo lugar con el pleno apoyo de EEUU, la ignorancia, hasta alcanzar el nivel de complicidad, de la así llamada comunidad internacional y sus instituciones y en medio de un sospechoso silencio oficial árabe. Cabe señalar también que las autoridades libanesas de aquel tiempo dejaron a la tierra y el país sometidos a la ocupación israelí sin asumir sus responsabilidades y obligaciones nacionales. 
 
En medio de esta gran tragedia nacional, los libaneses que eran leales a su patria no tuvieron más elección que ejercer su derecho y llevar a cabo su deber nacional, moral y religioso de defender su tierra. De este modo, su elección fue el lanzamiento de una resistencia popular armada para hacer frente al peligro y la permanente agresión sionistas. 
 
En tales difíciles circunstancias, el proceso de recuperar la nación a través de la resistencia armada comenzó, allanando el camino para la liberación del territorio y arrebatando el proceso de decisión política de manos de los ocupantes israelíes, como preludio a la restauración del Estado y la construcción de sus instituciones constitucionales. 
 
La Resistencia alcanzó todos estos objetivos a través de la Liberación de 2000 y la histórica victoria de Julio de 2006, presentando a todo el mundo una auténtica experiencia en la defensa de la patria, una experiencia que se convirtió en una escuela de la que las naciones se benefician para defender su territorio, proteger su independencia y mantener su soberanía. 
 
Este logro nacional fue hecho realidad gracias al apoyo de una nación leal y un ejército nacional, que frustró los objetivos del enemigo y le llevó a una histórica derrota. Por su parte, la Resistencia celebró, junto con sus combatientes y mártires y toda la nación y el ejército de Líbano la gran victoria que allanó el camino para una nueva fase en la región. De este modo, la Resistencia jugó un papel crucial en la creación de una disuasión frente al enemigo, la protección de la soberanía e independencia del país, la defensa de su pueblo y la liberación del territorio ocupado. 
 
El papel de la Resistencia es una necesidad nacional mientras las amenazas y ambiciones israelíes continúen. Así pues y en ausencia de un equilibrio estratégico entre el Estado libanés y el enemigo, la amenaza israelí obliga a Líbano a adoptar una estrategia defensiva que depende de una resistencia popular que participe en la defensa del país y de un ejército que preserve la seguridad del mismo, en un esfuerzo complementario que ha demostrado tener éxito en la fase anterior. 
 
Esta fórmula, desarrollada desde dentro de la estrategia defensiva, constituye un paraguas de protección para Líbano, especialmente después del fracaso de distintas opciones basadas en otros “paraguas”, ya sean internacionales o árabes, o en las negociaciones con el enemigo. La adopción del camino de la Resistencia en Líbano logró liberar la tierra, restaurar las instituciones del Estado y proteger la soberanía. Después de eso, los libaneses están determinados a salvaguardar y mantener este modelo porque el peligro israelí amenaza a Líbano en todos sus componentes, lo que requiere la participación libanesa más amplia posible en lo que se refiere a la asunción de las responsabilidades de defensa.  
 
Finalmente, el éxito de la experiencia de la Resistencia en la lucha contra el enemigo y el fracaso de todos los complots y planes para eliminar el movimiento de resistencia, aislarlo o incluso desarmarlo, unidos a la continuación de la amenaza israelí contra Líbano, obliga a la Resistencia a hacer todo lo que esté en su mano para reforzar sus capacidades y consolidar su fuerza con el fin de asumir sus responsabilidades nacionales y liberar el territorio que queda bajo ocupación israelí -las Granjas de Shebaa, las Colinas de Kfarshuba y la localidad libanesa de Gayar-, así como lograr la liberación de todos los detenidos, conocer el paradero de los desaparecidos y recuperar los cuerpos de los mártires. 
 
CAPÍTULO DOS, SECCIÓN TRES- EL ESTADO Y EL SISTEMA POLÍTICO 
 
El principal problema en el sistema político libanés, que impide su reforma, desarrollo y constante puesta al día es el sectarismo político. 
 
El hecho de que el sistema político libanés fuera establecido sobre una base sectaria constituye en sí mismo una fuerte restricción a los logros de la auténtica democracia, en los que una mayoría electa pueda gobernar y una minoría pueda ejercer la oposición, abriendo la puerta a una auténtica alternancia en el poder entre la coalición pro-gubernamental y la oposición. De este modo, la abolición del sectarismo es la condición básica para la implementación de la regla de la mayoría y la minoría. 
 
Sin embargo y hasta que los libaneses puedan alcanzar a través de su diálogo nacional este sensible e histórico logro, que es la abolición del sectarismo político, y dado que el sistema político libanés descansa sobre unas bases de tipo sectario, la democracia consensual continuará siendo la base fundamental de gobierno en Líbano porque ella plasma el espíritu de la Constitución y la esencia de la convivencia recogida en la Carta. 
 
De aquí, cualquier enfoque sobre los temas nacionales basado en la ecuación de la mayoría y la minoría habrá de esperar a que se den las condiciones históricas y sociales que permitan el ejercicio de una democracia efectiva en la que el ciudadano tenga valor en sí mismo. Entretanto, los libaneses vivirán juntos en dignidad y con iguales derechos y obligaciones, lo que requiere una cooperación constructiva con el fin de consolidar el principio de la auténtica asociación, que constituye la fórmula más apropiada para proteger la diversidad y estabilidad tras una era de inestabilidad causada por las diferentes políticas basadas en la tendencia hacia el monopolio del poder y la exclusión.  
La democracia consensual constituye una fórmula apropiada para garantizar la auténtica asociación y contribuye a abrir las puertas para que todo el mundo participe en la fase de construcción del estado garante. 
 
Nuestra visión del Estado que queremos construir juntos en Líbano está representado por un Estado que preserve las libertades públicas; un Estado que busque la unidad nacional; un Estado que proteja la tierra, al pueblo y la soberanía del país; un Estado que tenga un ejército nacional, fuerte y preparado; un Estado que esté estructurado sobre la base de instituciones modernas, efectivas y que promuevan la cooperación, un Estado que esté comprometido con la aplicación de las leyes a todos los ciudadanos sin distinción; un Estado que garantice una representación parlamentaria correcta y justa en base a una moderna ley electoral que permita a los votantes escoger sus representantes sin verse afectados por presiones; un Estado que dependa de personas cualificadas con independencia de cuáles sean sus creencias religiosas y que establezca mecanismos para la lucha contra la corrupción en la Administración; un Estado que disponga de un Poder Judicial independiente y no politizado; un Estado cuya economía promueva los sectores productivos y trabaje para fortalecerlos, en especial la agricultura y la industria; un Estado que aplique el principio de desarrollo equilibrado entre todas las regiones; un Estado que cuide a sus ciudadanos y les suministre los servicios adecuados; un Estado que se ocupe de la joven generación y ayude a los jóvenes a desarrollar sus energías y talentos; un Estado que trabaje para consolidar el papel de las mujeres en todos los niveles; un Estado que se ocupe de la educación y trabaje para mejorar las escuelas y universidades oficiales y aplique el principio de la escolaridad obligatoria; un Estado que adopte un sistema descentralizado; un Estado que trabaje duro para frenar la emigración y un Estado que cuide a sus ciudadanos en todo el mundo y les proteja y se beneficie de sus conocimientos y posiciones para servir a la causa nacional. 
 
El establecimiento de un Estado basado en estas especificaciones y requisitos es un objetivo para nosotros del mismo modo que para todo libanés honesto y sincero. En Hezbollah realizaremos todos los esfuerzos posibles, en cooperación con las fuerzas políticas y sociales, para lograr este noble objetivo nacional.
 
CAPÍTULO DOS, SECCIÓN CUATRO – LAS RELACIONES PALESTINO-LIBANESAS 
 
Una de las trágicas consecuencias del surgimiento de la entidad sionista en la tierra de Palestina y el desplazamiento de sus habitantes es el problema de los refugiados palestinos que se trasladaron a Líbano para vivir temporalmente en esta tierra como invitados de sus compañeros libaneses hasta que puedan regresar a sus hogares, de los que fueron expulsados. 
 
La causa directa y originaria del sufrimiento de los libaneses y palestinos ha sido la ocupación israelí de Palestina y todas las tragedias y calamidades vinculadas a ella que se han producido en la región. Además, el sufrimiento de los refugiados palestinos en Líbano no ha estado limitado al dolor de la emigración forzada, sino también a las masacres y atrocidades israelíes, incluyendo lo que ocurrió en el campo de Nabatiyeh, que fue totalmente destruido. Los refugiados palestinos están privados de todos los derechos civiles y sociales ya que el gobierno libanés no ha asumido sus responsabilidades hacia ellos. 
 
Las autoridades libanesas están llamadas hoy en día a asumir sus responsabilidades y a construir las relaciones palestino-libanesas sobre unas bases justas, sólidas y legales que respeten la justicia y los derechos e intereses mutuos de ambas naciones. Resulta imperativo que las relaciones palestino-libanesas no continúen regidas por caprichos o el humor de cada momento ni por cálculos políticos, interacciones internas e intervenciones extranjeras. 
 
Creemos que para tener éxito en esta misión se requiere un diálogo directo palestino-libanés, un permiso para que los palestinos en Líbano acuerden el establecimiento de una referencia unida que los represente, la concesión a los refugiados palestinos sus derechos sociales y civiles, el compromiso con el derecho al retorno y el rechazo del reasentamiento.
 
CAPÍTULO DOS, SECCIÓN CINCO – LÍBANO Y LOS VÍNCULOS ÁRABES 
 
Líbano está comprometido con las justas causas árabes, entre las que destaca por encima de todo la causa palestina así como el conflicto con el enemigo israelí. Aún más, existe una clara necesidad de esfuerzos concertados dirigidos a superar los conflictos que dividen las filas árabes. 
 
La contraposición de estrategias y las diferencias de alianzas, a pesar de su seriedad e intensidad, no justifican la participación en proyectos foráneos que buscan sembrar la discordia e incitar al sectarismo. Esto lleva al agotamiento de la nación y, de este modo, sirve al enemigo sionista en la aplicación de sus planes y los de EEUU. 
 
La opción de la Resistencia constituye una vez más una necesidad central y un factor objetivo que refuerza la posición árabe y debilita al enemigo. En este contexto, Siria mantiene una actitud distintiva, y ha apoyado a los movimientos de resistencia en la región, ha permanecido junto a nosotros en las circunstancias más difíciles y ha buscado unir los esfuerzos árabes para asegurar los intereses árabes en la región. 
 
Así pues, queremos enfatizar la necesidad de promover unas distinguidas relaciones entre Líbano y Siria como una necesidad política y de seguridad, dictada por la voluntad de los dos países y los dos pueblos y por los imperativos de la geopolítica, los requerimientos de la estabilidad libanesa y los desafíos comunes. Hacemos también un llamamiento para poner fin al sentimiento negativo que obstaculizó los vínculos bilaterales en los pasados años y pedimos que estas relaciones vuelvan a la normalidad tan pronto como sea posible. 
 
CAPÍTULO DOS, SECCIÓN SEIS – LÍBANO Y LAS RELACIONES ISLÁMICAS 
 
La nación árabe e islámica está haciendo frente a desafíos que no deben ser subestimados. Ciertamente, los fabricados conflictos sectarios, especialmente entre sunníes y shiíes, están amenazando la cohesión de nuestras sociedades. Así pues y en lugar de ser vistas como una fuente de riqueza y diversidad, las diferencias de tipo sectario están siendo explotadas como factores de división e incitación. La situación que resulta de este mal planteamiento es también el objetivo buscado de algunas políticas occidentales y de EEUU en particular. 
 
Hezbollah enfatiza la necesidad de que los estados islámicos cooperen a a distintos niveles con el fin de ganar fuerza en la confrontación de estos planes hegemónicos. Esta cooperación sirve también para hacer frente a la invasión que sufre la comunidad en el terreno de la cultura y los medios de comunicación. Queremos animar también a los estados musulmanes para que aprovechen sus recursos para realizar un intercambio que les beneficie. 
 
En este contexto, Hezbollah considera a Irán un estado central en el mundo musulmán, ya que es el estado que derrocó mediante su revolución al régimen del Shah y los proyectos israelo-norteamericanos. Es también el país que ha apoyado a los movimientos de resistencia en la región y que ha permanecido con coraje y determinación al lado de las causas árabes e islámicas y especialmente la palestina. 
 
CAPÍTULO DOS, SECCIÓN SIETE – LÍBANO Y LAS RELACIONES INTERNACIONALES 
 
Hezbollah considera que la hegemonía unilateral en el mundo destruye el equilibrio y la estabilidad mundial así como la paz y seguridad internacionales. El apoyo ilimitado de EEUU a Israel y su respaldo y cobertura a la ocupación israelí de las tierras árabes, unidos a la dominación estadounidense de las instituciones internacionales, la injerencia norteamericana en los asuntos de varios países y la adopción del principio de la guerra en diferentes lugares sitúan a la administración estadounidense en una posición de agresor y la convierten en responsable del caos producido en el sistema político internacional. 
 
El apoyo ilimitado de la administración estadounidense a Israel la convierte en un enemigo de nuestra nación y nuestros pueblos. 
 
CAPÍTULO TRES – PALESTINA Y LAS NEGOCIACIONES PARA UN COMPROMISO 
 
La historia del conflicto árabe-israelí demuestra que la lucha armada y la resistencia militar son el mejor método para poner fin a la ocupación. El método de las negociaciones ha mostrado que la entidad sionista se convierte en más arrogante y beligerante y que no tiene intención alguna de llegar a un acuerdo. La resistencia ha logrado una enorme victoria sobre la entidad sionista y ha suministrado protección a la patria y ha liberado su territorio. Esta función es una necesidad duradera dadas las amenazas y ambiciones expansionistas de Israel así como la falta de un gobierno fuerte en Líbano. La actual amenaza israelí obliga a la Resistencia a continuar reforzando su capacidad... con el fin de lograr la liberación del resto del territorio ocupado. 
 
Rechazamos categóricamente cualquier compromiso con Israel o reconocer su legitimidad. Esta posición es definitiva, incluso si todo el mundo reconoce a Israel

http://www.almanar.com.lb/newssite/NewsDetails.aspx?id=113489&language=es

EL PROGRAMA DE HAMAS

EL PROGRAMA DE HAMAS

 

por Marcos Ghio

 

 

A sujetos que, como el ’nacionalista europeo’ Pierre Vial *, dicen que no les incumbe la guerra entre Hamas e Israel, y solicitan por lo tanto la neutralidad de los gobernantes del propio continente, en tanto que no deben elegir ’entre los locos de Allah y los locos de Yahveh’ (como si se tratara de cosas semejantes); es decir a sujetos que cumplen a rajatabla con lo que solicita a gritos el premier Olmert, hagámosles conocer, por si no lo han leído, algunas partes del programa de Hamas esperando que, si entre sus filas se encuentra algún desinformado, aproveche la circunstancia para darle definitivamente la espalda a tal ridículo personero.

 

Normal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;" align="justify">Artículo 22: Hamas declara como “enemigas” a las organizaciones sionistas las que, "tal como se expresa en el esencial texto Los Protocolos de los Ancianos Sabios de Sión, en función de un afán exacerbado de dominio material, acumularon una riqueza grande e influyente” con la cual entre otras cosas “tomaron el control de la prensa mundial” y de este modo han podido ejercer un influjo decisorio sobre la opinión pública deformando informaciones y silenciando hechos esenciales (como éste que estamos citando por ejemplo) y determinando así sus acciones futuras.

 

El artículo aludido del programa se explaya ampliamente detallando los procedimientos utilizados por los judíos en este plan de dominio universal sin ir con medias tintas de ningún tipo. Es así como nos afirma también que fueron éstos los que “estuvieron detrás de la Revolución Francesa y de las revoluciones comunistas", las que fueron procedimientos siniestros para ir destruyendo de manera sistemática y planificada el orden de las naciones con la finalidad de desarticularlas y dominarlas, sembrando falsos principios y errores entre las mismas, como la democracia y el igualitarismo, tal como se dice en tal vital texto.

 

Pero lo más interesante es que el aludido artículo, siempre en sintonía con los Protocolos, señala también al judío como el motor principal de las dos grandes guerras mundiales en connivencia con otra organización de carácter similar por lo siniestro, como la masonería. Las dos grandes guerras se habrían hecho no simplemente por razones económicas, tal como suelen decirnos los marxistas, sino con una finalidad precisa de desarticulación de aquellas instituciones que pudiesen proteger a los pueblos del artero ataque del judío. Así pues el texto resulta también interesante en tanto analiza tal temática desde el punto de vista del Oriente Islámico y considera que, así como en el Occidente las fuerzas de la subversión durante la Primera Gran Guerra tuvieron como meta principal la de destruir a los grandes imperios cristianos, Hamas pone el acento en un hecho similar acontecido en su propio contexto cultural a través de la disolución de un organismo análogo: el Imperio Otomano, destruido ’casualmente’ luego de tal contienda, aprovechando la también ’casual’ circunstancia de que el mismo se encuadrara del mismo lado que sus pares de Europa Central. Y esto último, de acuerdo a Hamas, ha sido hecho en tanto que el Judío con suma inteligencia ha comprendido cabalmente que el mayor obstáculo para su expansión era que en el Oriente pudiese reconstituirse el califato islámico, que es el equivalente al Sacro Imperio Cristiano en el Occidente. 

 

Pero esa misma tarea deletérea, que diera tan grandes resultados en la Primera Gran Guerra, continuó con su mismo ritmo e intencionalidad en la Segunda, la que también fue hecha con la finalidad de destruir, sea  en el Occidente como en el Oriente, aquellos remanentes que aun quedaban en el mundo de tradición espiritual protectora propia de las diferentes civilizaciones. Y así como la Primera se consumó en la región Oriental con la destrucción del Imperio Otomano, la Segunda dio un paso más que ha pretendido ser definitivo con la constitución del Estado de Israel, el cual no es sino la coronación del proyecto sionista de gobierno universal.  Detrás de la excusa falaz de hallar un hogar para los judíos en el mundo, dicho Estado no es sino la plasmación fáctica, a la manera de un símbolo también imperial, del señorío que pretende ejercer dicho movimiento sobre el mundo entero. El dominio absolutista de Israel en el Medio Oriente, a través de sus diferentes guerras, no es otra cosa que la expresión paradigmática del imperio del judío sobre las diferentes civilizaciones.

 

A su vez nos agrega que, en todo este lapso que media entre las diferentes guerras hasta nuestros días, el judío ha continuado ejerciendo el dominio sobre las naciones en tanto que ha estado detrás de la creación de todos los distintos organismos internacionales encargados de consolidar a través de la ’paz’ las conquistas y destrucciones obtenidas luego de las distintas grandes guerras, tales como la Liga de Naciones, las Naciones Unidas y esta última gran aberración que es el Consejo de Seguridad. "Todas ellas han sido instituciones creadas especialmente para ejercer un dominio pleno sobre los pueblos a través de sus intermediarios". Para rematarla finalmente con esta contundente frase. "No ha habido guerra ni ’paz’ en los últimos tiempos en la cual no se encuentren las huellas digitales del judío".

 

Este pensamiento radical y sin ningún tipo de atenuaciones, que de sólo exponerlo en nuestro país implicaría ser sometido a un juicio antidiscriminatorio con duras penas de prisión, es lo que explica la situación de guerra total que ha estallado entre Israel y Hamas, la que no es propiamente, tal como quiere hacernos creer el frívolo desinformador Vial, una guerra entre naciones, señalada por él como un antagonismo entre saboreadores de kosher y de hallal, demostrando así su profunda estupidez, cuando no mala fe, sino entre dos concepciones del mundo antagónicas, la tradicional, en este caso corporizada a través del fundamentalismo islámico y la moderna, en la cual el judaísmo secularizado sionista cumple el rol de verdadera vanguardia.

 

Concluyamos la nota, siempre con la misma finalidad de esclarecer, con un comentario del punto 7 del aludido programa de Hamas.

 

Artículo 7: “No vendrá el Día del Juicio hasta que los musulmanes combatan a los judíos, hasta que los judíos se escondan tras las montañas y los árboles, los cuales gritarán: ‘¡Oh, musulmán! Un judío se esconde detrás mío, ¡ven y mátalo!’”.

 

El texto, que no debe ser interpretado literalmente, es muy preciso en considerar que el fin de tal movimiento consiste en la eliminación de la influencia del judaísmo secularizado en el orden social. Hamas por lo tanto, a diferencia de Fatah y de los distintos grupos laicos de tal región, no tiene por meta final la recuperación de los territorios ocupados, lo cual no sería sino un objetivo secundario y parcial, sino la eliminación del poder sionista del mundo entero.

 

Vial concluye graciosamente su nota diciéndonos que él, a diferencia de judíos y musulmanes con quienes dice no tener nada que ver (aunque nos parece que  no es así), es degustador de cerdo... de la misma manera que Bush, que Sarkozy o que Zapatero (1).

 

 

 

* “¿Hallal o Kosher?”, por Pierre Vial

 

 

(1) Es de destacar que en nuestro país una postura similar a la de Vial, aunque con argumentos distintos, ha sido sostenida por sectores del nacionalismo católico güelfo en siempre genuflexa sumisión a la postura del papa de turno y que en este caso ha consistido en condenar la violencia islámica y hermanarse en cambio con Israel. Véase al respecto lo difundido por internet por un tal Sánchez Ance de Tucumán quien sostiene que hay que estar en contra de los dos terrorismos, el palestino y el judío, sin distinguir para nada que uno es en defensa de lo propio y otro, el de sus hermanos mayores, es en cambio de agresión.

 

 

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Mi mensaje a Occidente

El primer ministro palestino se dirige desde Gaza a los lectores occidentales
 Autor: Ismail Haniyeh - Fuente: Rebelión
 
Masacre de la población civil en Gaza.

Escribo este artículo a los lectores occidentales de todo el espectro político y social mientras la maquinaria de guerra israelí continúa la matanza de mi pueblo en Gaza. Hasta la fecha, más de 1.000 personas han sido asesinadas, la mitad de las cuales son mujeres y niños. La semana pasada el bombardeo a la escuela de la UNRWA (Agencia de ayuda a los refugiados de las Naciones Unidas) en el campamento de refugiados de Jabalya fue uno de los crímenes más despreciables que se puedan imaginar, mientras cientos de civiles debieron abandonar sus hogares en busca de refugio en la sede del organismo internacional sólo para resultar bombardeados sin piedad por Israel. Cuarenta y seis niños y mujeres fueron asesinados en ese odioso ataque y decenas de personas más resultaron heridas.

Evidentemente, la retirada de Israel de la Franja de Gaza en 2005 no puso fin a su ocupación ni, en consecuencia, a sus obligaciones internacionales como potencia ocupante. Siguió controlando y dominando nuestras fronteras por tierra, mar y aire. De hecho, las Naciones Unidas han confirmado que entre 2005 y 2008, el ejército israelí mató a casi 1.250 palestinos en Gaza, incluidos 222 niños. Durante la mayor parte de este período los cruces de frontera permanecieron cerrados, permitiendo sólo el acceso de una cantidad limitada de alimentos, combustible industrial, alimentos para animales y otros artículos esenciales.

A pesar de sus frenéticos esfuerzos por ocultarlo, la causa fundamental de la guerra criminal de Israel en Gaza es la elección de 2006, que dio la victoria a Hamás por una amplia mayoría. Lo que ocurrió después fue que Israel, junto con Estados Unidos y la Unión Europea, unieron sus fuerzas con el fin de anular la voluntad democrática del pueblo palestino. Decidieron, en primer lugar, revertir la decisión del pueblo a través de la obstrucción de la formación de un gobierno de unidad nacional, y a continuación convirtiendo en un infierno la vida del pueblo palestino por medio de la asfixia económica. El abyecto fracaso de todas estas maquinaciones, finalmente, ha conducido a esta guerra cruel. El objetivo de Israel es acallar todas las voces que expresan la voluntad de los palestinos para después imponer sus propios términos para una solución definitiva privándonos de nuestra tierra, nuestro derecho a Jerusalén como la capital de nuestro legítimo futuro Estado y del derecho de los refugiados palestinos a regresar a sus hogares.

En última instancia, el sitio completo en Gaza, que viola manifiestamente la Cuarta Convención de Ginebra, impide la entrada de la mayoría de los suministros médicos básicos para nuestros hospitales. Está prohibida la entrega de combustible y suministro de electricidad a nuestra población. Y encima de toda esta falta de humanidad, se nos niegan la comida y la libertad de movimientos, e incluso la posibilidad de acceder a tratamiento médico. Esto condujo a la muerte, que se podría haber evitado, de cientos de pacientes y a una espiral creciente de malnutrición entre los niños.

Los palestinos están horrorizados de que los miembros de la Unión Europea no vean este vergonzoso estado de sitio como una forma de agresión. A pesar de la abrumadora evidencia, afirman sin vergüenza que Hamás causó esta catástrofe al pueblo palestino al no renovar la tregua. Sin embargo, nos preguntamos, ¿Israel cumplió con los términos del alto al fuego mediado por Egipto en junio? No lo hizo. El acuerdo estipulaba un levantamiento del sitio y el fin de los ataques en Cisjordania y la Franja de Gaza. A pesar de todo nuestro respeto a los términos del acuerdo, los israelíes continuaron con el asesinato de palestinos en Gaza, así como en Cisjordania, durante lo que fue conocido como el año de la paz de Anápolis.

Ninguna de las atrocidades cometidas contra nuestras escuelas, universidades, mezquitas, ministerios e infraestructura civil, nos disuaden de la reivindicación de nuestros derechos nacionales. No cabe duda de que Israel podría destruir todos los edificios en la Franja de Gaza, pero nunca destruirá nuestra determinación o resolución de vivir con dignidad en nuestra tierra. Si agrupar a los civiles en un edificio para después bombardearlos o utilizar bombas de fósforo y misiles no son crímenes de guerra, ¿qué son? ¿Cuántos tratados y convenios internacionales tiene que violar el Estado sionista de Israel antes de que le pidan cuentas? No hay ni una ciudad en el mundo donde las personas libres y decentes no expresen su indignación por esta brutal opresión. Ni Palestina ni el mundo serán los mismos después de estos crímenes.

Sólo hay un camino a seguir, no hay otro. Nuestras condiciones para un nuevo alto el fuego son claras y simples. Israel debe poner fin a su guerra criminal y a la masacre de nuestro pueblo, levantar completa e incondicionalmente su asedio en la Franja de Gaza, abrir todos los pasos fronterizos y retirarse completamente de Gaza. Después de esto podríamos considerar futuras opciones. En última instancia, los palestinos son un pueblo que lucha por librarse de la ocupación, por el establecimiento de un Estado independiente con Jerusalén como su capital y el retorno de los refugiados a sus pueblos de los que fueron expulsados. Sea cual sea el coste, la continuación de las masacres de Israel no quebrantará nuestra voluntad ni nuestra aspiración a la libertad y la independencia.

Traducido por Nadia Hasan y revisado por Caty R.
Fuente: www.palestinechronicle.com
Ismail Haniyeh es el Primer Ministro del gobierno palestino en Gaza. (Este texto se publicó originalmente en el British Independient el 15 de enero de 2009)