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M O Q A W A M A

Nicolas Sarkozy, Francia e Israel

Nicolas Sarkozy, Francia e Israel

La ruptura de la diplomacia francesa
Nicolas Sarkozy, Francia e Israel

por Thierry Meyssan

El presidente francés Nicolas Sarkozy, presentó a los dirigentes e invitados del CRIF (Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia) la nueva política francesa hacia Israel. El año 2008, que coincide con el aniversario 60 de la proclamación unilateral del Estado de Israel, será también un año de espectacular acercamiento entre París y Tel Aviv, acercamiento que está en total contradicción con la política tradicional de la V República, según observa Thierry Meyssan. Aunque los editorialistas de los medios franceses de difusión no han abordado la importancia de la cuestión, las cancillerías extranjeras se interrogan sobre los fundamentos ideológicos y las consecuencias de este cambio de rumbo. El 13 de febrero de 2008, Nicolas Sarkozy fue el invitado de honor de la cena anual del Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF). En ese marco Sarkozy pronunció un discurso particularmente importante en el que precisó su definición del papel de las religiones y fijó las líneas generales de la nueva política de Francia hacia Israel.El contenido central de dicha intervención se vio eclipsado por una polémica sobre el nuevo capricho de Sarkozy. Efectivamente, como conclusión de su alocución, Nicolas Sarkozy anunció que había decidido –él solo– responsabilizar a cada niño de 5º grado de la enseñanza primaria con la conservación del recuerdo de un niño francés víctima de los nazis. Dejemos de lado esta concepción autócrata del ejercicio del poder y esta voluntad de proselitismo dirigido hacia los niños de 10 años, aunque ambas son ilustrativas del viraje brutalmente antidemocrático del funcionamiento de las instituciones francesas, y volvamos a la cena del CRIF y al sentido profundo del discurso del presidente de la República.Contrariamente a lo que su nombre sugiere, el Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF) no representa –o más bien, ya no representa– a todos los judíos de Francia. Esta organización, que durante la época en que su presidente era Theo Klein apoyó al Estado de Israel desde una posición de crítica, se ha convertido hoy en una simple correa de transmisión del movimiento sionista. Hoy en día, el CRIF lucha contra la República Francesa acusando de «asimilacionismo» a los judíos republicanos herederos de la Revolución y del abate Gregoire. Actúa además como un lobby o grupo de influencia al estilo estadounidense y mantiene estrechos vínculos con el AIPAC y el AJC de Estados Unidos. Desde el año 2001 hasta el 2006, su presidente fue el banquero Roger Cukierman, secretario general del grupo financiero Rothschild, quien endureció considerablemente las posiciones de dicho Consejo. Su actual presidente es el cardiólogo Richard Prasquier, también vinculado a la dinastía Rothschild.La cena anual del CRIF se ha ido imponiendo poco a poco como uno de los eventos mundanos de París. Asistir a ella equivale a dar una muestra de apoyo a Israel y quienes lo hacen dejan entrever que cuentan con el apoyo de este lobby. Dada la influencia que se le atribuye a esta organización, los políticos oportunistas hacen todo lo posible por obtener una invitación, por muy caro que les cueste el asiento, porque no se trata de una cena gratuita.Aunque parlamentarios y miembros del gobierno se agolpan en la cena anual del CRIF, lo normal es que el presidente de la República no participe nunca en ese evento ya que su función le prohíbe ofrecer tan ostensible muestra de apoyo a un grupo de presión determinado. A pesar de ello, Francois Mitterrand violó esa regla una vez (en 1991), por razones de índole electoralista que, por cierto, no dicen mucho a su favor. En cuanto a Nicolas Sarkozy, este se complace en hacer uso y abuso de su función de presidente de la República para favorecer a sus amigos. Si ya honró con su presencia las reuniones de diferentes grupos de influencia, bien podía participar en la del CRIF.Fue así que, ante un millar de invitados partidarios del sionismo –o que fingen serlo–, casi todos vinculados a su propio gobierno, Nicolas Sarkozy definió la nueva política de Francia hacia Israel. El evento se transmitía en vivo y en directo a través del canal de televisión del parlamento francés y del canal de opinión Guysen TV. Así son las cosas, en aplicación del principio del doble rasero, el canal Al-Manar fue prohibido en Francia por temor a que importe a este país los conflictos del Medio Oriente, pero Guysen TV –que tiene exactamente las mismas características, pero se encuentra al servicio de la ocupación israelí– está autorizado a transmitir sus programas a Francia.

* * *

Un breve regreso al pasado se hace necesario para poder comprender el trasfondo de lo sucedido.Históricamente, Francia se apoyó en la población judía del norte de África para controlar a la populación musulmana de Argelia (decreto Cremieux de 1870). Más tarde se apoyó en la colonia judía israelí para luchar contra la soberanía del Egipto independiente sobre el Canal de Suez y contra las redes internacionales del FLN argelino. Sin embargo, en 1961, poniendo sus principios por encima de sus intereses, Francia rompió con la colonización y se distanció de Israel.Era esto lo que resumía Charles De Gaulle, en su conferencia de prensa del 27 de noviembre de 1967, cuando declaraba:
«luego de poner fin a la cuestión argelina, hemos retomado hacia los pueblos árabes del Oriente la misma política de amistad, de cooperación, que durante años caracterizó a Francia en esa parte del mundo y cuya razón y sentimiento hacen que deba convertirse hoy en una de las bases fundamentales de nuestra acción exterior (…) Al calor de la expedición franco-británica de Suez, se produjo, en efecto, el surgimiento de un Estado de Israel guerrero y decidido a expandirse. Después, lo que hacía para multiplicar por dos su población mediante la inmigración de más y más personas hacía pensar que el territorio que había adquirido no le parecería suficiente durante mucho tiempo que, para agrandarlo, se sentiría tentado a utilizar cualquier ocasión que se le presentara. Es por eso, además, que la V República se desprendió, en cuanto a Israel, de los especiales y muy estrechos vínculos que el anterior régimen había establecido con ese Estado y puso énfasis, por el contrario, en favorecer la distensión en el Medio Oriente». Más aún, durante aquella misma conferencia, De Gaulle expresaba su inquietud de que «los judíos, hasta ahora dispersos, pero que seguían siendo lo que siempre fueron, o sea un pueblo de élite, seguro de sí mismo y dominante, decidan, después de reunirse allí donde conocieron su antigua grandeza, convertir en ambición ardiente y conquistadora los conmovedores deseos que venían expresando desde hace 19 siglos».
Desde 1961 hasta 2007, la Francia de De Gaulle, de Pompidou, de Giscard d’Estaing, de Mitterrand y de Chirac se vio a sí misma, con más o menos fortuna, como la defensora de la independencia y de la soberanía de los Estados; idea que alcanzó su momento culminante con su oposición a la colonización de Irak. Esta grandiosa obra le permitió a Francia adquirir gran prestigio y ejercer una influencia muy superior a su poderío económico y militar.Nicolas Sarkozy, por su parte, rompe con la obra de sus cinco predecesores. Se imagina a sí mismo restaurando el partido colonial, no ya en el marco de una rivalidad entre franceses y anglosajones sino en el seno de un imperio transatlántico en formación, en el que la clase dirigente común de Estados Unidos y la Unión Europea ambiciona el ejercicio colectivo de una dominación global.Dentro de esa perspectiva, el año 2008, que corresponde al aniversario 60 de la proclamación unilateral de independencia del Estado de Israel, debería ser el año de un espectacular acercamiento entre París y Tel Aviv. Así lo demuestra el cronograma:
 13 de febrero: participación del presidente de la República Francesa en la cena del CRIF;
 del 10 de marzo al 14: primera visita de Estado de un jefe de Estado a Francia desde la elección de Nicolas Sarkozy, dedicada a la recepción del presidente de Israel, Shimon Peres;
 del 23 de marzo al 27: Salón del Libro de París, con el Estado de Israel como invitado de honor y la recepción de 89 escritores israelíes, todos de lengua hebrea (no hay ningún rusoparlante ni de lengua árabe);
 Mayo: viaje de Nicolas Sarkozy a Israel, donde depositará una ofrenda floral en el Memorial Yad Vashem y pronunciará un discurso ante el parlamento israelí;
 1º de julio: aprovechando que Francia asume la presidencia de la Unión Europea durante los próximos meses, reactivación de los distintos programas de cooperación entre la UE e Israel.
 13 de julio: cumbre preparatoria de la Unión Mediterránea, una especie de caballo de Troya que permite evadir el Proceso de Barcelona para meter a Israel en la Unión Europea.
 14 de julio: invitación de las fuerzas armadas israelíes y de la Guardia presidencial palestina a desfilar durante la fiesta nacional de Francia (Por primera vez desde 1945, un ejército de ocupación y una milicia colaboracionista desfilarán juntos por los Campos Elíseos).

* * *

Después de plantear esto, el presidente de la República explicó durante largo rato a los responsables e invitados del CRIF la posición de Francia ante el conflicto israelí-árabe. Posición que tiene el siguiente principio fundamenta: «Francia no transigirá nunca en lo tocante a la seguridad de Israel», lo cual no impide –claro está– dialogar y hacer negocios con los Estados árabes. Sin embargo, Sarkozy estableció un límite: «Yo no me reuniré y no estrecharé la mano a quien rechace reconocer la existencia de Israel» (límite que apunta a formaciones políticas como el Hamas y el Hezbollah y a Estados como Siria e Irán, pero que el propio Sarkozy dejó de lado en ocasión de la liberación de las enfermeras búlgaras o de la visita del presidente Khadaffi a Francia).Eso no es aún lo más importante. El presidente de la República afirmó que, como consecuencia de la Conferencia de Annapolis, Francia apoya ahora «la solución de los dos Estados», o sea que Francia renuncia a la aplicación del plan de 1948 para Palestina y a la creación de un Estado binacional, opción que se venía discutiendo desde el Acuerdo de Oslo pero que mantenía abierta hasta ahora la definición de lo que sería un Estado palestino.Esta posición no se adoptó a pedido de las dos partes interesadas sino «en interés del propio Israel, por su seguridad y su perennidad». Recibió la aprobación del presidente de la Autoridad Palestina, pero el Hamas la rechaza. Lo anterior permite hablar de un «viraje histórico que debemos a la valentía del presidente Mahmud Abbas y del primer ministro Ehud Olmert» (si usted consulta el sitio web de la presidencia francesa, notará que en la transcripción de este discurso los apellidos de todas las personas mencionadas aparecen en mayuscula, menos el del presidente Abbas que está en minúsculas. Cada cual simboliza las cosas como puede).Ante dicha perspectiva, Francia espera de Israel «la eliminación de las barreras, la reapertura de los puntos de tránsito en Gaza para facilitar el envío de la ayuda humanitaria, la liberación de una cantidad más importante de prisioneros, la reapertura de las instituciones palestinas en el este de Jerusalén. [Además] los palestinos deben poder disponer de su territorio y sacarle provecho».El presidente Sarkozy presenta todas estas medidas como exigencias que la Francia imparcial enumera con firmeza. «Lo digo porque lo pienso y no me interesan los discursos que nunca dicen lo que piensan (…) Ya hubo bastante sufrimiento y es en este momento que tenemos que llegar a un acuerdo e iré además a decirlo ante la Autoridad Palestina en el mes de mayo y lo diré ante la Knesset (El parlamento israelí. Nota del Traductor.). Amigo es aquel que dice lo que piensa».
En realidad, estas «exigencias» son regalos que se le hacen a Israel ya que están muy debajo de las resoluciones de la ONU sobre la cuestión. No se habla de restitución de los territorios conquistados ni del regreso de los refugiados. Estas seudo exigencias se limitan a algunas modificaciones del régimen de ocupación, modificaciones del tipo de las que el propio Estado de Israel realiza periódicamente por propia iniciativa.
De forma muy diplomática, la parcialidad se enuncia por defecto: «Francia no interferirá en las negociaciones que se están desarrollando, pero Francia aportará todo el apoyo necesario para estimular a todas las partes a avanzar ya que se trata de una oportunidad excepcional. Y Francia estará al lado del pueblo israelí y estará al lado de los palestinos para ayudarlos a construir juntos un porvenir de reconciliación». Nótese que, para resolver el conflicto territorial, el presidente francés habla de un «pueblo israelí» que él opone a «los palestinos» –a los no se considera como un pueblo– retomando así de forma implícita el eslogan de Zeev Jabotinsky sobre la «tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra».Existe sin embargo una condición mediante la cual los palestinos podrían formar un pueblo. Condición que el ministro israelí de Defensa enunció antes de la Conferencia de Annapolis: la Autoridad Palestina tendría que reconocer que «Israel es la patria del pueblo judío y el Estado palestino la patria del pueblo palestino». Una fórmula que cambia los factores de la ecuación ya que justifica la limpieza étnica en la región: los ciudadanos israelíes no judíos perderían su nacionalidad y se les atribuiría la nacionalidad palestina.En Annapolis se rechazó esa nueva condición israelí, pero George W. Bush acabó aceptándola el 10 de enero de 2008 al declarar: «El acuerdo debe establecer Palestina como patria del pueblo palestino, al igual que Israel es la tierra del pueblo judío».
Y Francia la acepta ahora: «Yo propuse un nuevo concepto que es el de dos Estados-Naciones y no simplemente dos Estados, lo cual resolvería el problema de los refugiados, porque sé perfectamente que hay dos maneras de destruir Israel, una desde el exterior y la otra desde adentro». Traducción: Francia sustituye el proyecto de Estado único binacional en el que todo los ciudadanos serían libres e iguales por un proyecto de dos Estados étnicamente homogéneos porque el empuje demográfico de los ciudadanos israelíes no judíos acabaría a la larga con el carácter de Estado judío que actualmente mantiene Israel.
El presidente Sarkozy ya había anunciado otra consecuencia de esa posición durante la Conferencia Internacional de Donantes para el Estado Palestino, el 17 de diciembre de 2007. Allí mencionó, en su discurso de apertura, «un Estado palestino independiente y democrático, en el que los palestinos se reconocerán, donde quiera que se encuentren». Los millones de palestinos actualmente desplazados en la región pasarían así de la condición de apátridas a la de emigrantes, ya que se verían jurídicamente ligados a un Estado palestino soberano. De esa forma perderían todo derecho a la tierra y a los bienes que se vieron obligados a abandonar en Israel.Hind Khury, delegada general de Palestina, allí presente no emitió comentario alguno.

* * *

Resulta tentador atribuir la ruptura que Nicolas Sarkozy preconiza a su propia personalidad. Como está inmerso en un conflicto con su propio padre, contra quien ha emprendido una querella judicial, le gustaría «matar al padre» mediante la destrucción de la obra de sus predecesores. O se está comportando como un celota luego del tardío descubrimiento, durante su adolescencia, de su propio origen judío. Pero la política de un Estado de la envergadura de Francia no puede reducirse a la psicología de un solo hombre. La restauración del partido colonial viene además acompañada de nominaciones y de reformas estructurales que dejan entrever la profundidad del cambio.Nicolas Sarkozy escogió como ministro de Relaciones Exteriores a Bernard Kouchner, el hombre que dio publicidad al principio de «injerencia humanitaria». Sin embargo, lejos de tratarse de una idea nueva, la injerencia humanitaria es un argumento que la corona británica inventó durante el siglo XIX para colonizar los territorios del Imperio Otomano. En 1999, los anglosajones utilizaron ese mismo argumento para bombardear Kosovo… cuyo gobernador fue después el propio Bernard Kouchner y que acaba de ser puesto bajo administración de la Unión Europea en ocasión de su seudo independencia.Por otro lado, Nicolas Sarkozy ha creado una secretaría de Estado para los Derechos Humanos vinculado al ministerio de Relaciones Exteriores. Francia rompe así con la Declaración de Derechos Humanos y del Ciudadano de 1789 para adoptar la ideología de los Derechos Humanos (sin más) en su versión anglosajona de «buena gobernanza». Ya no se trata de promover la soberanía popular sino de luchar únicamente contra los excesos del poder. La oposición entre las dos definiciones de los derechos humanos se conoce desde hace mucho y, durante el siglo XVIII, Thomas Paine, el ensayista británico que desató la guerra de independencia de Estados Unidos antes de convertirse en diputado en el seno de la Convención francesa, teorizó ampliamente sobre ella.Esta secretaría para los Derechos Humanos tiene por demás dos funciones principales. La primera consiste en popularizar la guerra de civilizaciones, divulgando, por ejemplo, la biografía imaginaria de la ex diputada holandesa Ayaan Hirsi Ali, una empleada de los neoconservadores estadounidenses (Ayaan Hirsi Ali cobra un sueldo en el AEI de Richard Perle y Paul Wolfowitz). La segunda función, que es de lejos la más importante, consiste en preparar cómo sabotear la conferencia de las Naciones Unidas para el seguimiento de la lucha contra el racismo y la xenofobia (Durban II). La secretaria de Estado, Rama Yade, se ocupa de que dicha conferencia no examine la cuestión del sionismo y no califique nuevamente dicha ideología colonial como «racismo». De ser necesario, debe coordinar una acción de los Estados miembros de la Unión Europea y Estados Unidos para boicotear dicha conferencia.En política exterior, la ruptura de Sarkozy es mucho más amplia de lo que parece. Al extremo de poner en tela de juicio los ideales de la Revolución Francesa. No es seguro que los franceses la acepten ya que hay rupturas que son traiciones.

 

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EL BLOG DE CORDURA

Porqué Tambores de Guerra -

Salud

El artículo que les paso en este blog es de una abogada de Los Ángeles, Ellen Brown, autora de once títulos. Dos de ellos son «Web of Debt» (donde analiza la Reserva Fe­deral y el «trust del dine­ro») y «Nature’s Phar­macy» (escrito junto a la doctora Lynne Walker) el de mayor éxito.
El artículo viene reproducido en el mensual de febrero de «Altar Mayor», revista de la «Hermandad de la Santa Cruz y Santa María del Valle de los Caídos».
El prólogo no es de la autora norteamericana, sino de un comentarista -J.M.- de la revista «Altar Mayor». Dejando de lado los «re­pro­ches pendientes» a la iz­quier­da europea y el asunto de las conspiraciones mundiales (donde parece des­pacharse el comunismo como un «ex­peri­mento» de la Alta Finanza) el prólogo tiene tam­bién su inte­rés, más por estar escrito en una re­vista «na­cional» espa­ñola, por lo cual, en mayor o menor medida, se orienta hacia un público sociológica­mente «es­corado a la dere­cha», aunque sin duda tengan autores y artículos que pode­mos reconocer de los nuestros (entre los que destaco, por ejemplo, a Manolo Parra). Sin entrar tampoco en cual es el origen de la «Alian­za de Civi­li­za­ciones», asumimos la eva­lua­ción que realiza J.M. de la misma.
Sabemos que para la mayoría las cuestiones económicas son un poco (o un mucho) coñazo. Pero merece la pena. Me he tomado la libertad de re­sal­tar algunas frases en mayús­cula y señalar clamara­mente las citas para facilitar la lectura.
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(Prólogo de J.M.)
«De cuando la Izquierda europea encuentra, por fin, la pista de la verda­dera «Cons­­piración Mundia!»... ¿Tardará otro siglo en des­cu­brir también que fueron esos mismos «ban­queros inter­na­cionales» -que empieza a vislumbrar ahora tras dos si­glos de sos­pechosa ce­guera intelectual- quienes financiaron el ex­pe­ri­mento comu­nis­ta, y quie­nes finan­cian hoy el siniestro ex­pe­ri­mento social-eco­lo­gista? ¿Cómo aceptará la Izquierda el saber que esos mismos obs­curos po­deres financieros son y fueron siem­pre los ver­­da­deros mentores de la Re­vo­lu­ción Mun­dial? Es duro cre­cer...»
«Muy bien vista, sin embargo, la «cuestión iraní». Espe­cial­men­te su silenciada «re­vo­­lu­ción financiera», que parece di­se­ñada por nues­tro genial e incom­pren­dido pro­fesor Funes, o por el germánico doctor Schacht -que de hecho fue lo que precipi­tó la II Gran Guerra-pero que no es otra cosa sino la aplicación de la Sha­ria y del sen­tido co­mún. UNA LECCIÓN DE ÉTICA TRA­DI­CIONAL PARA LA DERECHA MIOPE, PATICORTA, PSEUDO­CRIS­TIANA, NEO­CON­SER­VA­DORA, FILOSIONISTA E ISLAMÓFOBA­FOBA DE NUESTRA TRISTE ESPAÑA. Cabe aña­dir, no obstante, que el mayor peligro hoy para Irán no lo consti­tuye si­quie­ra el ejér­cito norteamericano -mientras no invada, es claro- sino caer in­ge­nua­mente y sin las preclaras reservas en ese engaño fa­biano de la «Alianza de Civi­li­za­cio­nes»... Difícil sendero: O LOS IRANÍES ACEPTAN LA ENVENENADA PAX O PRUEBAN LA IMPLACABLE GUERRA. Más el peor enemigo es siem­pre el falso amigo. Mas «La guerra es astucia», ya dijo el Profeta...»

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ARMAS NUCLEARES O INTERÉS COMPUESTO

ELLEN BROWN

El 25 de octubre de 2007, EE.UU. anunció nuevos y severos castigos contra los militares iraníes y los sistemas bancarios de propiedad estatal iraní. Sanciones, retó­rica belicosa y la amenaza implícita de acción militar son aguijones para otra guerra, que los críticos temen que es más probable que provoque un holocausto nuclear que el que ayude a evitarlo...
La pregunta es: ¿QUÉ CONVIERTE A IRÁN EN UNA AMENAZA TAN SERIA?
La explicación oficial es que planifica el desarrollo de armas nucleares... pero el jefe de la agencia de control de la ONU, la IAEA, dice que «no tiene evidencia concreta» de un programa iraní de arma atómica. Además, si existiera, una cantidad de países han ensayado o poseen armas fuera del Tratado de No-Proliferació n Nuclear, in­clu­yendo a Paquistán, Corea del Norte, Unión India y pro­ba­ble­mente Is­rael; sin embargo no consideramos que eso justifique una acción mi­li­tar. Irán sólo se sumaría a una prolongada lista de potencias nu­cleares.
Otra teoría dice que el impulso hacia la guerra tiene que ver únicamente con petróleo; pero Irán suministra sólo un 15% de las ex­portaciones totales de petróleo del Golfo Pérsico, y su petróleo ya está en venta. No necesitamos hacer la guerra para conseguido. Pode­mos sim­ple­mente comprarlo.
Una tercera teoría dice que el ruido de sables tiene que ver con la defensa del dólar. Irán amenaza con abrir su propia «bolsa» del pe­tróleo, y ya está vendiendo cerca de un 85% de su petróleo en otras di­­visas que el dólar. Irán ha roto el monopolio del petrodólar im­pues­to en los años setenta, cuando la OPEP hizo un acuerdo se­cre­to con EE.UU. de vender petróleo sólo en dólares de EE.UU. Como ex­pli­cara en 2006 el doctor Krassimir Petrov, ese motivo potencial en un editorial de Gold-Eagle.com:
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«Mientras el dólar era el único pago aceptable por el petróleo, su dominación en el mundo estaba asegurado, y el Imperio esta­do­u­ni­dense podía continuar gravando al res­to del mundo. Si, por algún el motivo, el dólar perdiera su respaldo de petróleo, el Im­perio de EE.UU. dejaría de existir. Por lo tanto, la supervivencia imperial dic­taba que el petróleo se vendiera sólo en dólares [...]. Si alguien exi­gía un pago diferente, tenía que ser convencido, por la presión polí­tica o por medios militares, de que cam­biara sus intenciones.»
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Es una teoría interesante, pero todavía no llega a explicar todos los hechos. En un editorial de marzo de 2006 en Asia Times Online, William Engdahl seña­ló que la guerra con Irán se veía venir, como parte de la estrategia de EE.UU. para un Gran Oriente Próximo, DESDE LOS AÑOS NOVENTA, MUCHO ANTES DE QUE IRÁN AMENAZARA CON ABRIR SU PROPIA «BOLSA» PETROLERA. E Irán no es el único país que quiere abandonar el dólar como su moneda para el petróleo. Para poner freno a riesgos monetarios, Rusia planifica abrir el próximo año una Bolsa de la Energía en San Petersburgo a fin de comerciar el petróleo en rublos, algo que TENDRÁ UN IMPACTO SIGNIFICA­TIVAMENTE MÁS FUERTE sobre el dólar que la bolsa petrolera de Irán. Los ban­que­ros centrales de Venezuela, Indonesia y los Emiratos Árabes Unidos han dicho que invertirán una parte menor de sus reservas en activos en dólares, debido a la posición debilitada global del dólar. Esos países también están predispuestos a cambiar a otras monedas para sus comercios petroleros. ¿Se sentirá obligado EE.UU. a in­va­dir­los a todos?
Cada una de estas teorías tiene un cierto mérito, PERO NINGUNA DE ELLAS PARECE EXPLICAR ADECUA­DAMENTE los tambores de la guerra. ¿Qué es tan especial respecto a Irán que lo mantiene perma­nen­te­mente en la mira de los militares de EE.UU.? Otra posibilidad es que: aparte del petróleo, y aparte del dólar, Irán representa una seria amenaza para un arma financiera secreta que mantiene el imperio bancario global...

(*) EL ARMA FINANCIERA DE DESTRUCCIÓN MASIVA DE LOS BANQUEROS

Cerca de 1980, cuando las tasas de interés se disparaban, Johnny Carson dijo en broma en The Tonight Show que «los científicos han desarrollado una poderosa nueva arma que destruye a la gente pero deja en pie los edificios: se llama la tasa de interés de un 17%-». El interés compuesto es el arma que ha permitido que un cártel ban­ca­rio global controle la mayor parte de los recursos de1 mundo. La trampa de la deuda se cerró para muchos países en 1980, cuando las tasas de interés internacionales aumentaron a un 20%. Con un inte­­rés de un 20% capitalizado anualmente, 100 dólares se DUPLICAN en menos de cuatro años; y en 20 años, se convierten en sobre­co­gedores 3.834,66 dólares. El impacto devastador sobre los deudores del Ter­cer Mundo fue subrayado por el presidente Obasanjo de Nigeria, ha­blando en 2000 sobre la creciente carga para su país por los acree­dores internacionales. Obasanjo dijo:
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«Todo lo que habíamos pedido prestado hasta 1985 eran cerca de 5.000 millones de dólares, pero hemos pagado unos 16.000 millo­nes; sin embargo todavía nos dicen que debemos unos 28.000 mi­llo­nes. Esos 28.000 millones de dólares resultan de la injusticia en las tasas de interés de los acreedores extranjeros. Si ustedes me pre­guntan qué es lo peor en el mundo, les diré que es el interés com­puesto.»
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A fines de los años setenta, el Banco Mundial y el Fondo Mone­tario In­­ter­­nacional comenza­ron a imponer «condicionantes» en los prés­­ta­­mos a los países deudores del Tercer Mundo, EXIGIÉNDOLES QUE ABRIE­­RAN SUS MERCADOS DE CAPITAL, PRIVATIZARAN SUS INDUSTRIAS, Y RECORTARAN LOS GASTOS EN PROGRAMAS SOCIALES para asegurar que los prestamistas internacionales recibieran sus inte­reses. En 2001, había fluido suficiente dinero de vuelta a los bancos del Primer Mundo desde deudores del Tercer Mundo como para PAGAR SEIS VECES el capital debido por esos préstamos; pero los intereses habían con­­­­su­­mido una parte tan considerable de esos préstamos que la deuda total se había CUADRUPLICADO en realidad durante el mismo período. En 1980, los ingresos promedio en el 10% más rico de los países eran setenta y siete veces superiores que en el 10% más pobre. En 1999, esa brecha había crecido a ciento veintidós veces. En Di­ciem­bre de 2006, Naciones Unidas publicó un informe titulado «Dis­tri­bución Mundial de la Riqueza Do­­méstica», que concluyó que un 50% de la población del mundo posee ahora sólo un 1 % de su riqueza, mientras que el 10% de los adultos más ricos posee un 85%. Bajo las condiciones ac­tua­les, las deudas de las naciones más pobres no podrán ser reembolsadas jamás sino que con­tinuarán creciendo.

(*) ¿MILAGRO O CRIMEN?

Lo que los banqueros llaman el «milagro» del interés compuesto es llamado «usura» bajo la ley islámica y es considerado como un cri­men. En el Siglo XVI, Martín Lutero redefinió la «usura» con el significado que era la toma de interés «excesivo»; pero bajo la Antigua Ley In­glesa, el cobro de cualquier monto de interés cons­tituía un crimen. Los modernos pensadores islá­micos no se mues­tran adversos a un rendimiento lucrativo de las inversiones si toma la for­ma de «participación en los beneficios», en la que los in­versionistas toman un cierto riesgo y com­parten las pérdidas en los negocios; pero el usurero cobra su interés no importa lo que suceda. En rea­li­dad gana más cuando el prestata­rio fracasa. El prestatario que no puede per­mitirse el pago de sus préstamos se hunde más y más profundo en deudas, a medida que los intereses se capitalizan anualmente para el prestamista. En The Coming First World Debt Crisis (2006), Ann Pettifor presenta esta definición moderniza de «usura»:
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«Usura es la práctica de exaltar los valores del dinero sobre los valores huma­nos y medio­ambientales; de crear dinero sin costos y de prestarlo a tasas de interés con el propósito no de fomentar y mantener la humanidad o el ecosistema, sino de acumular reservas de rentas no sa­lariales; extraer riqueza del sector productivo de un modo que es parasitario; extraer riqueza de los que carecen de riqueza (los que carecen de activos); y reivindicar una parte del futuro.»
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Este plan de deuda, con su arma letal de interés capitalizado anual­mente, ha permitido que una pequeña camarilla de financieros domi­ne los negocios del mundo. En Tragedy and Hope, el profesor Carroll Quigley, mentor de Bill Clinton en la Universidad Georgetown, escribió por experiencia personal sobre este grupo, al que llamó «los banqueros internacionales». Dijo que su objetivo era «nada menos que crear un sistema mundial de control financiero en manos privadas capaz de dominar el sistema político de cada país y la economía del mundo en su conjunto», un sistema «que sea controlado de modo feudal por los bancos centrales del mundo actuando en coordinación, mediante acuerdos secretos». La clave para el éxito de los ban­que­ros era que controlarían y mani­pularían los sistemas monetarios del mundo mientras deja­ban que pareciera que estaban controlados por los gobiernos.
La mayor parte del mundo ha sido llevada a este plan de bancos centrales privados, en el que los bancos privados crean la mayor parte del dinero de la mayoría como préstamos que de vengan intereses. En EE.UU., el único dinero creado por el gobierno en la actualidad consiste en monedas, que componen cerca de un milésimo del suministro total de dinero. Los billetes de la Reserva Federal (billetes de dólar) son creados por la Reserva Federal, una cor­po­ración bancaria privada, y prestados al gobierno; mientras que la vasta masa del sumi­nistro del dinero es creado por bancos comerciales cuando hacen préstamos, lo que hacen anticipando «crédito» creado mediante asientos contables.
Disposiciones semejantes predominan en la mayoría de los países. Incluso cuando el banco central es técnicamente propiedad del Estado (como en el Reino Unido y en Canadá), crea sólo el dinero en billetes de la nación, dejando que un 95% o más del suministro de dinero sea creado por bancos comercia­les.
La alternativa a este sistema de «banco central» independiente es lo que solía ser llamado «banca nacional». El banco central de la nación de propiedad esta­tal emitía el dinero nacional como agente del gobierno, y gastaba el dinero o lo prestaba a la economía para el desarrollo interno y las necesidades públicas. El objetivo de los banqueros internacionales era «priva­tizar» esos bancos de propiedad estatal y otros activos de propiedad estatal o local, haciéndolos acce­sibles para ser comprados y controlados por el capital financiero internacional. En una reunión en 1968 en Canadá de un hermético grupo globalista conocido como los Bilderbergers, George Ball, Subsecretario de Estado para Asuntos Económicos de EE.UU., habló de crear una «compañía mundial». Ball también era gerente general de los gigantes bancarios Lehman Brothers y Kuhn Loeb. La com­pa­ñía mundial de la que hablaba sería una nueva forma de colonialismo en la que los activos globales serían adquiridos por la coerción eco­nómica en vez de militar. La compañía se extendería más allá de las fronteras nacionales, involucrándose en fu­siones y adquisiciones hasta que LOS ACTIVOS DEL MUNDO FUERAN INCORPORADOS A UN SISTEMA BANCARIO CENTRAL INTERNACIONAL PRIVADO.
El primer paso en el proceso de extraer a la fuerza los recursos de las econo­mías locales fue inducir a los dirigentes nacionales a que ABRIERAN SUS MERCADOS DE CAPITAL Y DIVISAS. En 1971, el presidente Nixon sacó al dólar del patrón oro, convirtiéndolo en la «moneda reserva» del mundo sin la disciplina del oro. Entonces podían crear dólares y prestarlos en la medida en la que los prestamis­tas pudieran encontrar prestatarios necesitados. En 1975, indujeron a la OPEP a aceptar un acuerdo para vender su petróleo sólo en dólares esta­do­unidenses, y el precio del petróleo se cuadruplicó repen­ti­na­mente. Los países que no tenían los dólares que necesitaban para comprar petróleo tuvieron que pedirlos prestados. El FMI impuso entonces sus «condicionantes» incluyendo la privatización de las industrias petroleras de propiedad estatal y los bancos. En los decenios si­guien­tes, éste y otros planes predatorios de préstamos llevaron a la mayor parte del mundo a ser esclavizados por los banqueros inter­na­cio­nales.

(*) CUANDO CAEN LAS FICHAS DE DOMINÓ

IRÁN FUE UNA DE LAS POCAS NACIONES QUE ESCAPARON DE ESTE PLAN GLOBAL DE PRIVATIZACIÓN. Irán tenía su propio petróleo. Logró evitar la trampa de permitir que su moneda fuera devaluada por espe­cu­la­dores al imponer restricciones del cambio de divisas extranjeras y con­troles de precio de su moneda nacional (el rial), algo que podía permitirse porque tenía reservas de divisas extranjeras adecuadas gracias a sus ventas de petróleo. La industria petrolera de pro­piedad estatal de Irán ha permitido que su economía vaya bien, a pesar de sanciones económicas y rumores contrarios. UN MOVIMIENTO «REFORMIS­TA» HACIA UN AUMENTO DE LA PRIVATIZACIÓN TERMINÓ EN 2005, cuando Mahmud Ahmadineyad fue elegido a la presidencia. Ahmadineyad es un «populista» que prometió redistribuir la riqueza petrolera iraní de un modo más expansivo y ha com­prometido al gobierno a financiar proyectos del sector público e inversiones benéficas.
Eruditos islámicos han estado tratando de idear un sistema ban­ca­rio global que sirva como alternativa al plan basado en la usura que ac­tualmente ejerce el control internacional, e IRÁN HA ENCABEZADO EL ESFUERZO EN LA CREACIÓN DE ESE MODELO. Irán es caracterizado como una re­pú­blica islámica democrática, que impone los principios islá­mi­cos no sólo moral, sino también legal­mente y políticamente. La re­vo­lu­ción de 1979 que derrocó al shah de Irán respaldado por EE.UU. terminó con 2.500 años de gobierno monárquico. Todos los bancos in­te­riores de Irán fueron nacionalizados, y el gobierno llamó a esta­ble­cer un sistema bancario islámico que reem­plazara los pagos de intereses por la partici­pación en los beneficios. Su banco central de propiedad estatal emite la moneda nacional, y el «seigniorage» (la diferencia entre el costo de producir dinero y su valor nominal) es de­vengado por el gobierno en lugar de los bancos priva­dos. El gobierno iraní es uno de los pocos que tienen muy poca deuda externa. Utiliza sus bancos de propiedad estatal para poner préstamos y créditos a disposición de proyectos in­dus­triales y agrícolas. La característica más singular del sistema bancario, sin embargo, es que sigue la pros­crip­ción islámica contra la usura. Eso significa que los préstamos están libres de intereses.
Por lo menos, esto es verdad en principio. Para que su sistema fun­cione con el plan que pre­valece, los economistas islámicos han tenido que presentar algunas definiciones creativas de «in­terés». Supo­nien­do que Irán pueda desarrollar una alternativa factible, sin embargo, PODRÍA AMENAZAR EL SISTEMA BANCARIO BASADO EN LA USURA QUE DOMINA ACTUALMENTE LAS FINANZAS Y EL COMERCIO INTERNACIONALES. Si los go­bier­nos comenzaran a hacer lo que los bancos hacen ahora -anticipar «crédito» creado de la nada mediante asientos contables- podrían soslayar los pesados intereses que constituyen el costo principal de la mayoría de los pro­gramas gu­ber­na­mentales de la actualidad.
Se calcula que la eliminación de los cobros de intereses reduciría a la mitad el costo de la infraestructura, del desarrollo de energías sos­te­nibles y de otros programas gubernamentales. Las economías del Tercer Mundo podrían enton­ces escapar de las garras de los ban­que­ros globales, llevando al derrumbe de un imperio global bancario de 300 años.
La dimensión de las apuestas fue sugerida por Tareq El Diwany, experto británico en finan­zas islámicas y autor de The Problem with Interest (2003). En una presentación en la Universidad Cambridge en 2002, citó un Informe de Desarrollo Humano de Naciones Unidas [UNDP] de 1997, que decía:
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«Liberados de sus reintegros anuales de deudas, los países severamente endeuda­dos podrían utilizar los fondos para inversiones que sólo en África salvarían las vidas de unos 21 millones de niños hasta el año 2000 y asegurar a 90 millones de niñas y mujeres el acceso a la educación básica.»
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El Diwany comentó: «El UNDP no dice que los banqueros estén matando a los niños, dice que lo hace la deuda. ¿Pero quién crea la deuda? Los banqueros, desde luego. Y están creando la deuda al prestar dinero que han fabricado de la nada. Por su parte el mundo en desarrollo paga al mundo desarrollado 700 millones de dólares neto por día en reintegro de deudas». Concluyó su presen­tación diciendo:
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«Pero hay esperanzas. Las naciones en desarrollo no deben pensar que son impo­tentes ante sus opresores. Su mejor arma actual es la escala misma de la crisis de la deuda. Un incumplimiento coordinado y simultáneo en gran escala de las obligacio­nes internacionales de deuda podría dañar con bastante facilidad el sistema monetario occidental, y Occidente lo sabe. Podría haber, por cierto, una guerra, o la amenaza de que la haya, acompañada tal vez por sermones sobre moralidad financiera desde Washington, pero ¿importaría si queda tan poco por perder? En su momento, todo pueblo oprimido llega a aprender que más vale morir con dignidad que vivir en la esclavitud. Los prestamistas por doquier deberían recordar bien esa lección'...»
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Eso podría explicar los grandes cañones que apuntan a Irán. Podría ser que la intención no fuese frustrar el desarrollo de armas nu­clea­res, sino arrancar de raíz la germinación de una alternativa eco­nómica antes de que tenga la oportunidad de extenderse. Hay que em­pujar los dominós que no caigan en la trampa de la deuda. Como en los brutales ataques en el Líbano en julio de 2006, los objetivos militares en Irán serán probablemente económicos -puentes, puertos, carrete­ras, aeropuertos, refinerías-. La amenaza que representa el modelo económico de Irán será aniquilada haciéndolo volar de vuelta a la Edad de piedra.


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Chaparron -

¿Hermanos de sangre? Si nos podemos así sería lógico esperar que los vascos apoyaran a ETA porque son "hermanos de sangre".
No. Ni sangre ni piel ni determinantes biológicos. Sarkozy apoya al sionismo porque es un derechoso, un ultraliberal y un imperialista occidental, no porque le llame "la sangre" (en todo caso le llama la sangre del enemigo "impuro" que quiere ver derramar)
¿Y que el hermano de Mitterrand "al parecer" sea masón? ¿Y que si fuese masón el hermano o François en persona?
...
Y lo de "responsabilizar" a cada crío de diez años de "guardar la memoria" de un niño víctima de los nazis... eso sí que es FORMACIÓN DEL ODIO... (digo espíritu) NACIONAL.
¿Que dicen contra esa brutal iniciativa totalitaria la siniestra derecha española que se opone a la asignatura de Educación a la Ciudadanía"?
En España se cumplen doscientos años de la invasión francesa
¿La Espe popondrá obligar a cada crío madrileño encargarse de "guardar la memoria" de un niño "víctima de los gabachos"?

Prometeos -

Está claro que Sarkozy no hace sino defender a sus hermanos de sangre,lo que si discrepo algo del artículo es en la política exterior gala llevada a cabo por los anteriores Presidentes,recordar por ejemplo que el hermano de Mitterrand al parecer era masón y que su esposa Danielle Mitterrand defendía personalmente a S.O.S.Racisme francés,Pompidou por su parte trabajó en la Banca Rothschild,antes de ser Presidente de la República y sustituto de Charles De Gaulle.
Buen análisis de la situación política del país vecino
Saludos cordiales.

Cordura -

Todo lo que hace este Fachozy (el sionista, el bushista y, sobre todo, el papista) resulta nauseabundo. Y eso que prefiero no hablar de sus groseras apariciones mediáticas.

Pero su auge refleja los signos de los tiempos:

"¿Se acerca del Fin?"

http://lacomunidad.elpais.com/periferia06/posts

El Blog de Cordura
Testimonios del crepúsculo